• Define unas tarifas claras por servicio: ahorrarás tiempo en la cotización y permitirás dar orientaciones de costes para el cliente antes de iniciar y así poder hacer un reality check y entender si el cliente va en serio.
  • Para calcular las tarifas, revisa dedicación, costes y aplica un margen que quieras sacar. Sin margen no tendrás mucho futuro.
  • Entiende claramente el proceso de negociación. El proceso de contratación puede que pases por un presupuesto y aceptación o puede que pases por un departamento de compras. Si vas a compras, recuerda
  • Una rebaja en precios tiene que tener sus contraprestaciones: un mayor tiempo del acuerdo, acuerdo para mejora de las condiciones futuras… el que no pide no obtiene.
  • Estudia y piensa mecanismos de variables a introducir que incidan sobre el negocio del cliente.
  • Nunca trabajes por debajo de tarifas. Una vez lo has hecho, el cliente nunca trabajará pasa subirlas.
  • Busca un sistema de actualización de tarifas: los competidores también tienen sus tarifas y saber si estás por encima o por debajo puede implicar un gran impacto a final de año. Por ejemplo: Cada rechazo de un presupuesto en una buena manera de aprender y tener un pulso si vas alto o bajo en precios.

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